Los contratos informáticos se han revelado como los instrumentos oportunos para regular la compra de bienes y las prestaciones de servicios en el ámbito digital. A continuación, se desgranan las claves de unos documentos que están alcanzando un gran desarrollo en los últimos años.

Tipos de contratos y servicios informáticos

El mundo del derecho está actualizando sus normativas para poder regular las relaciones que se establecen respecto a los servicios informáticos. El derecho mercantil y la iuscibernética se fusionan para dar solución a estas necesidades cada vez más frecuentes y cambiantes. 

A grandes rasgos, el instrumento clave de las relaciones mercantiles en el ámbito del derecho es el contrato. Un tipo de contrato que tiene que ver con el hardware, que es la parte física de los recursos informáticos. Y también con el software, que se asocia a los programas que permiten la realización de las funciones de las computadoras.

En las siguientes líneas, se dan algunos ejemplos de los contratos que se suelen llevar a cabo en el orden digital. 

Hosting

Regula el alojamiento de una página web en un servidor concreto. Es preciso adaptarse a sus condiciones.

Outsourcing

Comprende una externalización de labores informáticas a manos de un tercero.

Software y desarrollo de programas

Aparte de constatar la venta de un producto, puede conllevar otros trabajos y licencias posteriores.

Mantenimiento

Similar al outsourcing, pero limitado al buen funcionamiento del hardware software.

Escrow

Sirve para comercializar el código fuente e implica a dos partes y a una tercera depositaria.

Auditoría

Se contrata el servicio de análisis general sobre el estado de una serie de recursos informáticos.

Consultoría

Otro contrato de servicios, como el anterior, pero, en este caso, orientado a implementar mejoras.

En definitiva, los contratos informáticos se adaptan a la compleja y cambiante realidad en el entorno digital. ¡Conoce sus tipologías para acertar cuando tengas que requerir uno de ellos!